Nuevos POST del 23 de Marzo al 10 de abril de 2010
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‘La medicina basada en la evidencia’ (MBE) es un área en la
que he trabajado durante años. La MBE aunque de buena voluntad
y aparentemente de forma inocente se ha convertido en una
trampa destructora de confianza, y precisa una crítica seria
antes de ser adoptada por los países en desarrollo. El daño
causado por la MBE a la práctica de la psiquiatría
en un mundo en desarrollo podría ser irreparable.
Es así que se ha construido la categoría del síndrome autista,
problema de la facultad cognitiva. Resultado: la multiplicación
por diez del número de casos en veinte años. Viento de pánico.
Hay que olvidar que dicha categoría se funda en hipótesis que
los últimos veinticino años no han permitido confirmar de ninguna manera.
El pasado día 30 de marzo la Casa Amèrica Catalunya, con la
colaboración de la Biblioteca del Campo Freudiano de Barcelona,
celebró una mesa redonda en torno a la figura y el pensamiento
de Oscar Masotta.Ejerció de moderador Edgardo Dobry (Universitat de Barcelona)
y contó con las intervenciones de Jorge Belinsky (Universidad Complutense de Madrid)
y de Miquel Bassols (Campo Freudiano de Barcelona).
Dos propuestas, una al Parlament de Catalunya y otra del PP
a las Cortes Generales, demandan tratamientos para el autismo
como un trastorno neurológico o cerebral. Algunos expertos,
sin embargo, alegan que no existe tal evidencia científica sobre
la naturaleza del trastorno. Hablamos con Iván Ruiz, a partir de
su experiencia como psicólogo en el Centro de
Diagnostico Infantil y Atención Precoz de Igualada, en Barcelona.
Resulta que un psiquiatra basándose en la llamada “medicina basada en las evidencias”
planteó lo contrario el otro día en “Millenium”, un programa de TV3,
dedicado en la ocasión a la vigencia de Freud. Él afirmó que
“todas las infancias son iguales”. No habría nada en la historia
del sujeto que permitiría situar sus síntomas o sus malestares.
Mi libro trata de los semblantes de Occidente. Aprendí que un discurso
“no es de persona alguna, que no se refiere a un sujeto, pero los determina”.
Comprendí porqué los siglos que precedieron a la modernidad “no fueron sin
embargo oscurantistas”. Que un día los hombres no vieron naturaleza sino
estructuras, y la naturaleza de las palabras dejó de ser la naturaleza de las cosas.
La psicología llamada científica arrastra desde sus inicios un problema,
entre muchos, que no ha podido resolver de manera convincente para
muchos científicos y epistemólogos: es el de la propia constitución
de su objeto científico.
Paradójicamente, un psicoanalista fue el cuarto gran ausente en la mesa
(y posteriormente en la recomendación bibliográfica final),
una mesa constituida solamente por tres posiciones:
filosófica, cientificista y psicoterapéutica. Sabemos que hay una
diferencia sustancial entre psicoterapia psicoanalítica y psicoanálisis.
No son lo mismo. Jaques Lacan situó esa diferencia claramente en su obra.
Reconocemos en los trabajos de Gustavo Tambascio un rasgo singular
que comparte con Mary Shelley y con el padre de la singular criatura
que ella inventara una noche de 1816, esto es: la valentía ante el riesgo
de la creación y la fidelidad a un cometido, cueste lo que cueste.
Félix Rueda Soler fue la persona encargada de exponer y desplegar una
serie de cuestiones, relacionadas con el tema haciendo un recorrido
histórico y destacando que en este momento concreto de la civilización,
aparecen fenómenos diversos a todos los niveles de la vida en sociedad:
a nivel político, financiero, familiar, educativo, judicial,
que apuntan a que la autoridad está en crisis.