LACAN Y ORIENTE
HINDUISMO, BUDISMO, ISLAM
La subjetividad de nuestra epoca.
Agosto 2006
El recorrido y la lectura de las referencias de Lacan, las fuentes que encontró en las culturas de Oriente, ponen en evidencia el valor que ese saber tuvo en su obra. La lectura de esos textos permite descubrir que allí se plantean los fundamentos de muchos tramos de la praxis lacaniana, especialmente en lo concerniente al fin y al final del análisis.
Indice
“Me habéis entendido”
Avalokiteshvara
Hinduismo
Vedas y Upanishads
Tan wan así, “eso eres tu” »
Isa- Upanishads
Velo de Maya
Maya, Diccionario de Filosofía, J.Ferrater Mora
Maya, Encyclopaedia Britannnica
El mundo como voluntad y representación , Arthur Schopenhauer
Sarvasara Upanishad
Spiritualité Hindou Jean Herbert
Enseñanzas de Ramakrina Jean Herbert
Experiencia mística « Louis Massignon »
« Louis Massignon »
« Origen y doctrina del budismo » Padre León Wiege
« El Sutra del Loto », Kumâra
The Waste Land, V « Lo que dijo el trueno » T.S.Eliot
Presentación
« Me habéis entendido »
Estas palabras, preservadas en sánscrito hace más de 1000 años, pertenecen a una fábula hindú.
El recorrido y la lectura de aquellas referencias de Lacan, cuyas fuentes se encuentran en las culturas de Oriente, evidencian el valor que ese saber tuvo en la construcción de su teoría, enseñanza y trasmisión. La lecturade esos textos permite descubrir que allí se plantean los fundamentos de muchos tramos de la praxis lacaniana,especialmenteen lo concerniente al fin y al final del análisis.
Los últimos párrafos de Función y campo de la palabra y del lenguaje en psicoanálisis, tratan de la conclusión del análisis y la entrada del sujeto en su práctica. Allí leemos que “Mejor pues que renuncie quien no pueda unir a su horizonte la subjetividad de su época”. Tengamos presente que ese informe de Roma en 1953, fue un auténtico manifiesto cuya vigencia se hace presente cada día, tanto en la práctica del analista como en lo real que hoy le toca vivir. Real que Lacan, a mediados del siglo pasado, se esforzó por hacernos captar. Una vez más lo hizo a través de una fábula, al estilo del inconsciente. En las últimas líneas de Función y campo de la palabra se puede leer un texto que es una escritura sagrada para a los hindúes. Con esas palabras culmina el escrito de Lacan y, sorprende que, The Waste Land, el poema de T.S. Eliot concluya de la misma forma. Si leemos, una vez más, el comienzo del apartado III, “Las resonancias de la interpretación y el tiempo del sujeto en la técnica psicoanalítica”,constatamos que el epígrafe de Lacan es el mismo con el que comienza el poema de Eliot. Indudablemente se trata de un comienzo y final enigmáticos, aunque Lacan deja algunas pistas que habrían permitido a sus alumnos llegar a TheWaste Land. El poema es una clave, a nosotros nos toca descifrarla.
En el apartado III Lacan recogía la alegoría de “La tierra yerma” para hablar de la civilización occidental,la tierra estéril a consecuencia de la Primera guerra mundial. Enfatiza elderrumbe de la cultura europea y el legado dela sabiduría hindú y en el apartado II, había indicado a sus alumnos, en una nota al pie, la lectura de Do Kamo,de Maurice Leenhardt,(1878-1954),antropólogo, misionero protestante y estudioso de la cultura melanesia. LouisMassignon, un orientalista y místico, es quien,a través de sus textos,lepermitirá a Lacan encontrarel camino para abordarciertos problemas “impenetrables” como ese “campo de deseo” que concierne a los “oficiantes” del análisis”. Se trata, en suma, en esos textos, del problema del fin del análisis. Avanzar en este tema requería el empleo de un instrumento lógico, la teoría del objeto “a”, algunos de cuyos elementos se encuentranen un texto sánscrito, El Sutra del Loto. Otro de los materiales con los que construye dicha teoría es el saber “inscrito en el Vedanta”, ese saber que revela su ser de sujeto, “eso eres tu”, Tan wan así, enseñanzade los Upanishads.
Las páginas de León Wieger sobre el budismo permiten reconocer ciertos trazos subversivos de esa filosofía en la enseñanza de Lacan; anotemos la objeción del jesuita al “procedimiento de la mayéutica, para forzar al discípulo a pensar por si mismo”, Wieger apunta allí la diferencia con el maestro en occidente. Sin embargo, este autor, también ofrece, aún críticamente, una visión perspicaz de los problemas filosóficos en juego.
En otro tramo de sus Escritos, Lacan dejó constancia de esa filosofía que “resume el error propio de la existencia de esta forma: el amor, el odio y la ignorancia” (apartado III de Función y campo…) Años después, al hablar de la posición del analista, vuelve sobre el budismo que recomienda “purificarsede las tres pasiones fundamentales, elamor, el odio y la ignorancia.”
En los Escritos, la referencia al budismo se sitúa con relación al dolor de existir.
Trabajó el registro de lo real desde diferentes perspectivas. Hay que tener presente que lo “real” y lo “ilusorio” han sido desarrollados por distintos sistemas de la filosofía india y del budismo. En su seminario Lacan nos habla de Avalokiteshvara, apoyándose en el campo de la experiencia búdica para referirse a un principio central de la misma, el deseo como ilusión.
En el mismo sentido, el Velo de Maya, concepto fundamental de la filosofía india, ocupa un lugar muy importante en las referencias sobre lo “ilusorio” y lo “real”. Por ello, hemos trascripto con fidelidad las fuentes filosóficas y literarias de este término ya que,incluso en la época actual, el término Maya recibe diferentes significados que para algunos autores son complementarios aunque parezcan contradictorios y para otros son incompatibles. Sobre este tema, en la filosofía occidental, se plantean las mismas cuestiones; basta cotejar los artículos de las enciclopedias filosóficas que reproduce Referencias…
El idioma original de los textos que publicamos es la lengua sánscrita y el idioma Canon Pali. Para su lectura hay que tener encuenta, no solo el problema de la traducción, sino además el de la interpretación, ya que tratándose de textos muy antiguos (a.C. 1500 – a.C.400) a lo largo de los siglos han sido objeto de múltiples interpretaciones. En cuanto a las traducciones, hemos intentado ubicar, con la ayuda de Lacan, las más fieles. Tanto para la traducción como para situar y definir ciertos términos en castellano, nos ha orientado la obra, valiosa y fecunda, de Fernando Tola y Carmen Dragonetti, En la transcripción de las palabras palis y sánscritas, por razones de tipografía,hemos suprimido la mayor parte los signos diacríticos.