del blog de la ELP
Conversaciones Siso-Villacián 2007. La Otra Psiquiatría. Por Javier Carreño (Vigo).
Aforo completo Tras el bautizo publico que tuvo lugar la edición pasada, este año nuestra querida niña ha crecido a pasos agigantados, por lo que no ha quedado más remedio que presentarla en sociedad. Han sido 110 asistentes (aforo completo; solicitudes de inscripción que no pudieron satisfacerse…); la ampliación del círculo a otras comunidades autónomas, como Madrid, el País Vasco, Valencia, Aragón, etc.; el concurso masivo de residentes de psiquiatría y psicología clínica de Galicia y Castilla y León, las respuestas a esta extraordinaria puesta de largo. Pero bien, La Otra Psiquiatría era el discurso. Su vector, el tema a trabajar: “Las Psicosis Normalizadas”, esos sujetos extraños que no se ajustan a los modelos actuales del enfermar psíquico y que han recorrido la historia de la psiquiatría de la mano de la indiferencia o como puntual epígrafe de las diferentes locuras taxonómicas.
El aula de apoyo: una práctica orientada desde el psicoanálisis. Por Beatriz Tomey (Bilbao)
Pedagogía y Psicoanálisis son dos discursos diferentes, pero es precisamente a partir de ésta diferencia que se pueden establecer conexiones. El Psicoanálisis es el marco que orienta nuestra práctica educativa.Uno de los efectos de la globalización en la institución escolar, es que se ha puesto en grave riesgo el establecimiento del lazo social, tanto entre alumnos, como entre alumnos y profesores. Cada época genera determinados malestares, hoy en día en la escuela el nuevo “cientifismo”y las actuales técnicas cognitivo-conductuales les ha puesto nombre: TDAH, Borderline, TGD, Inhibidos… Nombran conductas y las congelan en una etiqueta, que a la vez según los casos, son descripción, causa y efecto, apareciendo en ésta misma operación el borramiento del sujeto y la segregación. Estas corrientes entienden las conductas como un problema a extinguir, centrando sus estrategias de intervención en el paradigma problema-solución. El Psicoanálisis nos orienta para resistir a éstas lógicas segregativas, nos advierte de que éstas conductas pueden ser leídas, interrogadas y escuchadas, dando lugar al decir del sujeto, que por medio de ellas da cuenta de su angustia y malestar.
Hace unos pocos días, llamó una encantadora señorita de parte de cierto departamento universitario. Se trataba de rellenar una encuesta de satisfacción para alumnos de tercer ciclo con el fin de evaluar la calidad del servicio prestado. En el interrogatorio en cuestión no se preguntó, en absoluto, por la atención recibida, la transmisión del placer de investigar, la disponibilidad para salir de impasses teóricos o clínicos, lo ajustado de los medios, el rigor de la enseñanza recibida… No. Todos los “casilleros” que se exponían para ser registrados (Milner), trataban de ahondar en la relación calidad-precio, las expectativas laborales cumplidas, la adecuación de lo recibido a lo ofertado, la circulación de la información, la página web, el precio, el beneficio calculado etc, etc. En el colmo de la estulticia utilitarista de los estudios de mercado, ya podemos comprobar, de entrada, cómo se confunde un programa de Master, oferta de postgrado ajustada a la realidad socio-laboral actual, con uno de Doctorado que pretendería formar en la investigación, reflexión metodológica y profundización en determinado campo del saber. Los criterios del management empresarial ya han llegado hasta lo más ”profundo” de la Academia con sus principios economicistas hipermodernos (Lypovetsky) enunciados: “rápido, intenso, eficaz y sin problemas”. La sociedad del espectáculo -Debord- ya realizada, nos muestra su patetismo (indigno) de la Totalidad del Discurso del Capital como un flujo “líquido-rizomático” (Deleuze, Bauman, Negri) sin fin, ni finalidad, donde la forclusión del Saber ha sido transmutada en gestión mercantil del Conocimiento.
La creencia y el psicoanálisis
– El caso de la pequeña Alba, primero, y los recientes sucesos de menores ingresados en el hospital a causa de los graves malos tratos infligidos por su padres, han hecho emerger otra de las figuras modernas de la violencia: el padre maltratador. Se suma a la serie de los hombres maltratadores, de los jóvenes violentos y de los xenófobos de todo tipo. De hecho, es una figura antigua bien catalogada en la literatura, en las crónicas de sucesos y en los informes anuales de múltiples ONG y organismos públicos. No olvidemos que la Convención sobre los Derechos del Niño todavía no ha cumplido la mayoría de edad (1989).Lo nuevo frente a esa repetición está en la respuesta social, en la voluntad de protección que toma a su cargo el Estado y sus organismos judiciales, policiales y administrativos. En estos casos se han mostrado impotentes para ejercer esa protección y parece que la responsabilidad es compartida y por razones variadas: protocolarias, organizativas, competenciales… Todas ellas son mejorables y ya hay iniciativas en marcha que tratan de evitar que esa máquina burocrática acabe convirtiéndose en el mejor seguro para la vulnerabilidad de los menores.Hay otras maneras de hacer en la intervención con la infancia y adolescencia en riesgo que, más allá de la suma de protocolos y circuitos por donde circulan los casos de manera anónima, ponen en el centro de la acción de los diferentes servicios el abordaje global del caso y la conversación interdisciplinar permanente como garantía de esa intervención. Pero incluso esto sigue siendo insuficiente, porque en la raíz de muchos de estos sucesos dramáticos hay un axioma que debiéramos cuestionar (nos): el peso de lo biológico en el lazo familiar. Seguimos creyendo que los lazos de sangre son sagrados y no deben por eso tocarse, que un padre o una madre « biológicos » – como se dice- tienen derecho per se a disponer de sus hijos más allá de los cuidados efectivos que les procuran.
Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla. Por Fernando Martín Aduriz (Palencia).
PÉREZ MARTÍN, M., Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla, Barcelona: RBA, 2007.
¿Quieren leer un libro diferente? Lean Una piedra roja, una piedra azul, una piedra amarilla, de Marta Pérez Martín, editado por RBA hace un mes. El padre de Marta me había enviado una invitación para asistir a la presentación del libro y hablando por teléfono le confirmé que asistiría, pero al final no pudo ser: tras leer el libro lo siento aún más, aunque me queda el blog del libro: http://www.ellibrodemarta.blogspot.com/ y aunque quizá un día pueda leer lo que dijeron Sampedro, Trapiello y ‘Peridis’ en ese acto de presentación.En cualquier caso, estamos ante un libro atípico, no siendo un libro de memorias, ni una novela, ni un retrato autobiográfico, tiene algo de los tres. Es también un tratado de humor, pues destila sentido del humor, justamente cuando más se agradece que exista, cuando una persona sabe que tiene una enfermedad muy grave y que aborda su final, tratando de hacer más respirable la coyuntura a los suyos, a los amigos, a los íntimos. Si el humor se agradece siempre, porque nunca sobra, mucho más en las coyunturas dramáticas. También es un libro que demuestra lo difícil que es elaborar la pérdida de un ser querido, y cómo el esfuerzo de reunir durante meses los escritos y cartas de Marta y publicarlo es un auténtico trabajo de duelo. Un intento moral de responder la pregunta esencial, qué se ha llevado en tanto saber aquel que nos ha dejado.Dice Saramago, que este libro es un “retrato moral”.
1era. CONVERSACION CLINICA del SERVICIO DE SALUD MENTAL MORATALAZ-VICALVARO: TRATAMIENTO EN LA PSICOSIS. Por Graciela Sobral (Madrid).
El viernes 18 de mayo de 2007 se celebró, en el Hospital Universitario G. Marañón de Madrid, la primera Conversación Clínica organizada por el Servicio de Salud Mental de Moratalaz-Vicálvaro sobre el tema Tratamiento en la Psicosis.El entusiasmo y la pasión despertados por una propuesta clínica y política fue lo que animó la jornada. Se trata de impulsar Otra psiquiatría, frente a la psiquiatría biologicista imperante. El origen de esta idea se encuentra en el movimiento producido por un grupo de psiquiatras en tiempos del franquismo y actualmente es sostenido por psiquiatras y psicólogos psicoanalistas que trabajan en Galicia, Valladolid y Madrid. La apuesta es encontrar una forma de anudar psiquiatría y psicoanálisis en el seno de los dispositivos públicos de salud mental.La conversación estuvo orientada a partir de dos ideas fundamentales: impulsar el trato con el sujeto psicótico y la intervención o tratamiento en la psicosis, en contra de la idea de tratar de reducir o silenciar la psicosis, desconociendo en muchos casos el trabajo que el propio sujeto realiza para localizar el goce que lo invade. El tema de las mesas giró, de distinta manera en cada caso, en torno a esta cuestión fundamental.Debo destacar, en primer lugar, el espíritu vivo que reinó a lo largo de la jornada. Las intervenciones fueron verdaderamente interesantes y el público, tanto los psiquiatras y psicólogos más experimentados, la mayoría miembros de nuestra Escuela, como los jóvenes médicos y psicólogos en formación, se mostraron entusiastas y receptivos.