VI congreso de la AMP el periódico Nº 32

21 a 25 de abril de 2008 • Marriott Plaza Hotel, Buenos Aires • www.amp2008.com Nº 32

Conversación Virtual / Virtual Conversation / Conversation Virtuelle / ConversazioneVirtual / Conversação Virtual

Ya en 1957 Jacques Lacan, anticipándose a los tiempos que vendrían por el avance de la Ciencia; decía irónicamente: “a mujer fría, marido refrigerado”1 haciendo referencia a una mujer, quien en un pacto de fidelidad eterna, luego de la muerte del marido, “se hace hacer un hijo suyo cada diez meses”, por medio de inseminación artificial. Vislumbraba cómo algo del goce Otro era inapresable por su MP, avanzando hacia lo que fue su invención: el objeto a. Objeto en juego en la transferencia, en la que a la demanda de amor el analista responde con el objeto de la pulsión.
Una adolescente acude al analista para poder tomar la decisión de hacerse una cirugía para agrandar sus mamas, ya que tiene fecha para la operación. La belleza, heredada de su madre, la hace estar “pendiente” de la mirada fascinada del otro, especialmente del padre, al tiempo que el empuje materno a la operación, la sume en la angustia, imaginando la cirugía como la introducción de “un cuerpo extraño” en su cuerpo cortado.
Ante esta falta de la falta, una pesadilla la despierta: un paisaje maravilloso se presenta ante sus ojos y de golpe, una enorme cicatriz surca su cuerpo, cicatriz que remite a la del cuerpo de su madre efecto de una operación ginecológica. La cicatriz, marca del goce imaginado en el Otro, es la de la tortura a sus familiares en la época de la represión, historia sumida en el silencio, pérdidas, duelo en suspenso, agujero real.
La imagen del cuerpo, a la que dedica sus cuidados, no alcanza a velar lo que pudo nombrarse como “gusanito negro y triste”, nombre de goce, sentido y real. Decide postergar la operación.
A partir de los Seminarios 23 y 24, surge una pragmática lacaniana –que no es como las otras-la cura orientada por una política: saber-hacer con el síntoma.
Un abordaje a partir de cómo se anudan la palabra, el cuerpo y lo real sin ley, lo que supone un uso del síntoma como instrumento.
Esto no sólo para el analista producido en el análisis, sino también para lo que llamamos Psicoanálisis Aplicado, para las histerias de hoy, como el caso mencionado, para las psicosis, en donde el sujeto puede “aprender a parcializar su forclusión”. 2
Esto implica, del objeto a, descifrar en el análisis sus “sortilegios” y sus “maleficios” 3 –supersticiones del sujeto para nombrar lo innombrable– para que sea el resorte del acto analítico.

1 Lacan, J., Seminario “La relación de objeto”, Paidós, p.377.
2 Miller, J.-A., “Seis fragmentos clínicos de psicosis”, EEP y Escuela del CF de Barcelona, p.85.
3 Diccionario Enciclopédico: sortilegio: encantamiento, maleficio. Adivinación que se hace por suertes supersticiosas.

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