Es sabido que hablar hace bien, a veces. También que las palabras por sí mismas no bastan para nombrar el real que habita en cada uno. Por sí solo, hablar a alguien no garantiza que aquello que se presenta como un sufrimiento, pueda ser escuchado en su verdadera singularidad. Lacan nos hace notar que el psicoanálisis “no es una terapéutica como las demás”. Subraya así tanto un rigor ético como la necesidad de separar el psicoanálisis de las psicoterapias. Sin hacer ningún desdeño a los efectos terapéuticos que el recorrido de un análisis puede albergar.
Los síntomas -tal y como hoy en día se presentan-, nos interrogan en nuestra práctica. No se relacionan tanto con la falta en ser y el deseo, sino con el objeto plus-de-goce en el lugar de mando y una inmediata exigencia de satisfacción. Se caracterizan por el surgimiento de una urgencia y son asunto del Uno del goce, sin que la división subjetiva se ponga en juego en muchos casos. De este modo, en una época caracterizada por el derecho a gozar y donde la ciencia y la tecnología han tomado el principio de autoridad con respecto al saber, el psicoanalista tiene que vérselas con nuevas reglas del juego en las que a menudo el inconsciente transferencial queda fuera del tablero.
En La dirección de la cura, Lacan nos hace un recordatorio a tener muy en cuenta y es que es una oferta la que crea la demanda. Más allá de las modalidades discursivas actuales que afectan a los seres hablantes, ¿qué oferta puede hacer hoy el psicoanalista para que advenga una auténtica demanda de análisis?
Sobre estas y otras preguntas tendremos la oportunidad de conversar en las XXIII Jornadas de la ELP que bajo el título: « Del malestar al síntoma. Entradas en análisis », tendrán lugar en Bilbao el 23 y 24 de noviembre. Las inscripciones están abiertas.
Encontraréis el Argumento y todos los detalles de las Jornadas, así como textos de orientación, Ejes temáticos y más contenido por descubrir, en la página web: https://entradas.jornadaselp.com/
Esperamos que las XXIII Jornadas de la ELP nos permitan conversar en torno a lo que hacemos para que una entrada en análisis sea posible, así como avanzar en la manera de conceptualizar este momento crucial de la experiencia analítica en el siglo XXI.