Una invitación a la conversación
“Supongamos, como premisa para todo lo que sigue,
que el sueño no es un fenómeno somático, sino psíquico.
Pero, ¿qué justificación tenemos para hacer este supuesto?
Ninguna (…) Por tanto,
trabajamos bajo la premisa de que lo es realmente,
a fin de ver qué sale de ahí.
El resultado de nuestro trabajo decidirá
si hemos de conservar ese supuesto
y si podremos entonces defenderlo, a su vez, como resultado”.
S. Freud, “Premisas y técnica de la interpretación”
A la luz de esta premisa freudiana –con la cual inventó el psicoanálisis explorando la opacidad de la praxis–lapropuesta de este libro decantó como producto de nuestro interés en realizar un trabajo de investigación acerca de las presentaciones clínicas de la época y su incidencia en la práctica, desde el supuesto que ya no es la metáfora paterna la que determina el funcionamiento de las neurosis en la época de la caída del Nombre-del-Padre sino el binomio carencia paterna – deseo materno ilimitado.
El encuentro con una entrevista realizada a Eric Laurent –quien generosamente autorizó su publicación– nos dispuso a la conversación precipitando, como saldo de la operación de lectura –pues leer también es conversar–, tres líneas de investigación:
1- ¿La psicopatología en la época de la caída del Nombre-del-Padre amplíael binario clásico neurosis-psicosis? ¿Al binario clásico debemos sumarle la carencia paterna y el compensatory make believedel NP, siendo un partenaire invariante, en ambos tipos de funcionamientos, el deseo materno ilimitado?
2- El S1degradado empuja al sujeto moderno a prescindir de las “soluciones típicas” ante los desarreglos del goce. ¿Qué clínica deriva de estas “soluciones no-típicas”[1]?
3- Nos encontramos con una transferencia no sostenida en el SsS puesto que, en las nuevas presentaciones, el sujeto tiene “un cierto debilitamiento, una cierta desconfianza, digamos una cierta transferencia negativa con relación a todos los significantes amos”.[2]La dirección de la cura dependerá del ‘tipo’ de solución que haya encontrado el sujeto contemporáneo, según si esta es rígida o dispersa. Ante estas presentaciones clínicas, ¿cuál es la posición conveniente para un analista en el siglo XXI?
En suma, quisimos indagar cómo se analiza hoy desde la perspectiva de Lo que no se sabe–título inaugural de lo que fueron las Primeras Jornadas Anuales de la EOL. Jacques-Alain Miller, en la Apertura de aquellas Jornadas, afirmaba que todo estudio de psicoanálisis debería portar ese significante. Delimitó una orientación para poner en forma las condiciones de posibilidad para producir o encontrar algo nuevo: “Lo que no se sabe transformarlo en saber, transformarlo en significante, es la operación que Lacan realizó inventando el significante de objeto pequeño a. Se trata de mostrar cómo sabemos transformar en saber lo que no se sabe”.
Desde esta orientación, el fundamento de este libro fue “entrar en conversación” –pues escribir también es conversar– con analistas de las Escuelas de la AMP tomando,como punto de partida, los ejes mencionados anteriormente.
Con esta intención, hemos ordenado los estados de trabajo que leerán a continuación, bajo el sesgo de algunas de las tesis principales reflejadas en la entrevista a Eric Laurent. Verán que el entramado de los artículos y las referencias que recoge el sumario del libro son una propuesta de programa de trabajo en sí misma.
Agradecemos a Carlos Alonso que con su obra ilumina la opacidad de nuestro tiempo.
Sin más, lo invitamos, a Ud. lector, a entrar en conversación con nosotros sobre lo que no se sabe para continuar interrogando lo que hacemos en la clínica contemporánea.
Conversemos entonces…
Marcela Ana Negro
Gerardo Battista